«CRONIQUILLAS»

POR: EDGAR PALMA
edgarpalmahuerta@yahoo.es

“DEL INSUMO DE LA
NOTICIA A LA CIMA
DEL PENSAMIENTO”


Las abiertas contradicciones y la polarización de las posiciones en torno al paro han terminado por socavar la unidad de lucha de toda una población como la huarasina.

Pese a ello, es significativo el nivel de participación y acatamiento de las principales fuerzas vivas de la sociedad que han hecho sentir su rechazo y repudio al régimen que encarna Alan García y el neoaprismo en franca alianza con la bancada fujimorista.

Esta es la primera vez que tanto la costa como la sierra han unido sus fuerzas para demostrarle al gobierno central su malestar en cuanto a manejo antojadizo al proyecto Chinecas desconociendo la autonomía de la autoridad regional.

A diferencia de las luchas como el 7 de Marzo, este paro ha contado con la mayor resistencia al enfrentarse a una de las más viejas organizaciones políticas como el APRA ahora en el manejo del poder central.

La lucha del pueblo ancashino devela además los intereses del gobierno en proyectos como el de Chavimochic en desmedro de Chinecas así como en los proyectos mineros en donde la presencia de altos dirigentes apristas es notorio.

Junto a las maniobras del gobierno aprista también es menester someter a una balance justo y necesario la posición de políticos, dirigentes así como un sector de la prensa cuyo papel ha ido más allá de la labor orientadora y de la defensa de los principios y convicciones para caer en un coro monocorde y devenir en caja de resonancia de los mensajes desestabilizadores del APRA.

La cantidad de heridos y detenidos en Chimbote así como el enfrentamiento en el cerro Condorwaín en donde la minera tiene interés de explotar los recursos naturales ha terminado por enardecer y radicalizar la lucha de los manifestantes ante lo cual el gobierno debe actuar con mucho celo y tino a fin de no desembocar en acciones de represión y violencia de una y otra parte.

Tras el necesario balance es menester también buscar las respuestas a las interrogantes como la respuesta que ha de dar el gobierno central sobre todo en las instancias decisorias como la entrega de la contra partida a la carretera Casma-Huaraz, el pedido de delegación de facultades del goberno regional para ejecutar el tramo Pariacoto-Chacchán junto a Provías Nacional.

La incidencia pública con el paro regional de la población debe terminar en la incidencia política a través de los niveles de gobierno como el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Energía y Minas en el caso de Condorwaín y de la depredación de la laguna de Parón en Huaylas.

Al margen de los escenarios y las responsabilidades creemos que las maniobras harto conocidas como las sesiones descentralizadas del gabinete en en norte del país no tienen sentido cuando en la reunión de Quillo, el propio presidente de la república decidió no atender el pedido de los alcaldes ancashinos

Se anuncia además una reunión entre congresistas apristas y un sector adscrito de alcaldes, sin embargo, las reuniones convocadas hasta la fecha han sido improductivos y sin agenda concreta sobre las reales necesidades que demandan los pueblos de Ancash.

Por el lado del gobierno regional se debe tomar con suma madurez el respaldo y apoyo de la población y los alcaldes para iniciar las obras y demostrar una gestión eficiente sobre todo en el gasto del presupuesto a favor de las veinte provincias ancashinas.

Los 120 días de gestión serán, en definitiva, una oportunidad para conocer el estado real en la cual dejó la gestión de Narváez Soto la sede descentralizada así como las medidas correctivas sobre la falta de liquidación de más de cien obras de la gestión aprista.

Esta misma disposición también se exige a las autoridades municipales como el de Haraz respecto a las obras como la Plaza de Armas y la muestra de una efectiva gestión en tres meses sobre todo con los proyectos aprobados por el Sistema Nacional de Inversión Pública financiados por la transferencia del canon minero.

La población apoyó al paro pero también exige que sus autoridades absuelvan las contradicciones para evitar una mayor polarización a favor del poder central y sus aliados en turno.